Somos protagonistas de la cuarta revolución industrial, y la tecnología es un factor fundamental de dichos cambios. Los servicios financieros también son partícipes de esta tendencia y son parte de la próxima revolución: la economía digital.
La democratización de los servicios financieros ocurrirá a través de la tecnología, sólo a través de ella podremos brindar inclusión financiera y acceso a los servicios bancarios a una mayor cantidad de ciudadanos. La tecnología actual ofrece infinitas opciones para brindar nuevas experiencias, empoderar a los usuarios y nivelar a la sociedad. En la actualidad, a través del teléfono celular podemos realizar pagos y transacciones financieras online, permitiendo el acceso a la banca sin distinción de categoría social.
La GSMA presentó la certificación de dinero móvil en abril de 2018 (GSMA Mobile Money Certification). Se trata de un programa global para ofrecer servicios financieros más seguros, transparentes y resilientes a millones de usuarios en todo el mundo. Según esta organización, la cantidad de clientes que gozan de servicios certificados son 114 millones a nivel mundial.
El Caribe y Latinoamérica cuentan con más de 21 millones de cuentas registradas en 17 mercados, donde Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Panamá y Perú se destacan en el uso de dinero electrónico, según la GSMA.
Asimismo, Apple Pay Cash ofrece envío y recepción de dinero de usuario a usuario sin la participación de intermediarios financieros. Estas transacciones se realizan gracias a una tarjeta virtual, asociada a los productos instalados en Wallet. Además, hace una década que se conocen las monedas electrónicas, la más usada es el Bitcoin, una de las tantas en una larga lista de dinero virtual que existe en la actualidad.
La modernización ya se observa en la región, incrementándose en un promedio de 50% los últimos dos años, especialmente en el El Salvador,Honduras y Paraguay. Estos países se encuentran entre los 15 principales mercados a nivel mundial respecto a la proporción de ciudadanos que utilizan activamente servicios de dinero móvil.
Según datos del mercado en marzo de 2018, el 91% de los usuarios de Internet en la Unión Europea accedió a un sitio web o utilizó una aplicación móvil de servicios financieros. Y los servicios de banca online fueron utilizados por el 70% de los usuarios de Internet, comparado con otras industrias, el sector bancario está adoptando con éxito las tecnologías móviles (ComScore).
Esta tendencia impacta automáticamente las operaciones bancarias tradicionales, impulsándolas a una nueva visión y generando un proceso de transformación de la industria financiera, no solo para la banca tradicional sino también para los nuevos proveedores, los bancos digitales.
La digitalización de la industria ofrece innovación y experiencia para abordar una necesidad específica. Sin embargo, no pretende cambiar una organización completa. Todos los esfuerzos orientan a una nueva arquitectura modular y habilitada para API, que brinde flexibilidad y rapidez de respuesta, permitiendo la construcción y lanzamiento de nuevos productos en tiempo récord para satisfacer las demandas de los consumidores. Además, la tecnología de apalancamiento disminuye los costos generales de infraestructura, agiliza las operaciones, facilita los procesos administrativos y optimiza la actualización continua, a través de la tecnología en la nube y la digitalización de casi todos los procesos.
Reducir el uso de efectivo sustentado en las transacciones digitales es uno de los objetivos que se persigue en el mundo. La reducción en el uso de papel y del papel moneda es una meta para aquellos mercados que quieren ser sustentables. En Suecia, por ejemplo, apenas el 5% de las compras al por menor se realizan con billetes; o India, que redujo la emisión de papel moneda.
El cambio hacia una banca cada vez más tecnológica, inclusiva se está gestando. Debemos aprovechar las ventajas que nos otorga la tecnología para enfrentar los nuevos desafíos de la nueva economía digital.
Durante el 2019, comenzarán el despliegue de las nuevas redes 5G en Estados Unidos, China, Reino Unido, Japón y Corea del Sur; en tanto que, en América Latina según la GSMA, el primer país en contar con esta tecnología será México en 2020. Las nuevas redes optimizarán el desempeño de las comunicaciones y habrá más dispositivos conectados a Internet serán la clave para la explosión de nuevos servicios como IoT, pagos móviles, inteligencia artificial, y podrán desarrollarse las ciudades inteligentes y también el dinero móvil. Desde ya, los avances tecnológicos promoverán el desarrollo de la economía digital en América Latina.
Es por esta razón que la industria financiera debe avanzar en la reconfiguración de una arquitectura para asistir a la “Cuarta Revolución Industrial”, el sector financiero reconvirtiendo sus servicios y productos para el nuevo consumidor, junto al sector tecnológico con servicios en la nube, API y plataformas robustas y seguras, lograrán la “revolución digital y social”.
Por: Edgardo Torres Cabllero — Director General de Mambu Americas