El nuevo sistema de pagos interoperables con QR facilita el acceso a los pagos digitales con el celular, desde una billetera virtual o bancaria, de manera segura, ágil y eficiente. Además, estimula la competencia y abre el juego para que nuevos actores se suban al ecosistema de pagos digitales. ¿Cuáles son los desafíos por delante para garantizar el éxito del sistema?
En los primeros 2 meses desde la implementación de Transferencias 3.0, las transacciones interoperables con códigos QR superaron los 2 millones de operaciones y representaron un un volumen total que movilizó más de 3.500 millones de pesos, según datos del Banco Central (BCRA).
El sistema que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzó a fines de 2020 con el objetivo de crear un “ecosistema digital de pagos abierto y universal” resuelve los puntos de dolor de las transferencias tradicionales a la hora de realizar pagos, para mejorar la experiencia del usuario, y habilita un nuevo esquema de pagos a través de las mismas.
Esta modalidad permite a los usuarios realizar pagos a partir de la lectura de un código QR, desde cualquier billetera o aplicación bancaria de su preferencia, en cualquier comercio que reciba pagos con transferencia, independientemente del aceptador con el que el comercio haya celebrado un acuerdo.
“De esta manera se logra una interconexión que es muy rica a la hora de realizar una venta. Si una persona quiere comprar un producto y tiene dinero en alguna cuenta bancaria o virtual, puede hacerlo con la billetera que tenga en la mano. Los pagos se simplifican y el medio de pago se convierte en un comodity para comerciantes y usuarios”, explica José Marcos González Pereira, Chief Business Officer en Poincenot.
Además, es uno de los medios de pago más competitivos: la acreditación del dinero es inmediata e irrevocable, es gratuito para los consumidores y tiene las comisiones más bajas del mercado (0,6 a 0,8%) para comerciantes.
Mientras que, para los bancos, uno de los principales beneficios es la reducción de los gastos de logística que implica el movimiento de dinero en efectivo, además de la ventaja de contar con el saldo a la vista de las cuentas, lo que les permite reducir el costo de fondeo que utilizan para su negocio de crédito.
Crece el ecosistema
La implementación del sistema de Transferencias 3.0 abrió un ecosistema que antes era cerrado y redujo las barreras de entrada a nuevos jugadores que ahora pueden subir su billetera y comenzar a operar en comercios de todo el país, sin necesidad de realizar acuerdos uno a uno.
En ese sentido, González Pereira explica que es una ventaja clave para poder desarrollar una estrategia de emisor, sin necesidad de poner el foco en la adquisición de comercios, una estrategia que requiere una estructura que la mayoría de las startups no tiene.
Pese a que el sistema todavía está comenzando a escalar, es de esperar que su desarrollo resulte en mayores oportunidades de negocios para todos los jugadores. En tanto, al quedar allanada la posibilidad de resolver un pago desde cualquier billetera, los usuarios elegirán aquellas que les aporten valor, ya sea en términos de usabilidad, promociones u otros criterios de privilegio.
“Bajar las barreras de entrada permite que más jugadores puedan ingresar al ecosistema y eso favorece la innovación, porque se incrementa el número de personas pensando nuevas formas de brindar valor a la comunidad, que es mejor que unos pocos con más capital”, enfatiza.
Desafíos a futuro
Aunque la normativa abarca y resuelve en un 90% los pagos por transferencia, el ecosistema todavía tiene algunos desafíos por delante. Uno de ellos es continuar trabajando en la Interfaz Estandarizada de Pagos, que permite compatibilizar los pagos desde todas las cuentas, las bancarias y las de billeteras virtuales, para que quienes se sumen al sistema en el futuro puedan hacerlo de una manera menos compleja y más ágil.
Otro tema clave es impulsar la adopción de pagos con QR en la comunidad, sobre todo en aquellos lugares donde la gente no está en sintonía con la tecnología. “Si las personas no entienden cómo funciona el sistema, no lo van a usar. Tenemos que difundir y explicarles de qué se trata, para que se suban al ecosistema y dejen de usar efectivo”, enfatiza.
Los pagos con QR tienen un gran potencial para simplificar todavía más la experiencia de los usuarios. En ese sentido, la próxima iteración podría ser un esquema de multi adquirencia de tarjetas, donde los usuarios al momento de escanear el QR eligen el medio por el que realizarán el pago, sin necesidad de portar un plástico y, a su vez, los comercios podrán resolver la transacción en una única terminal.
De esta manera se resolvería la totalidad de los medios de pago, al menos para el segmento minorista, en un único contenedor de información que es el QR, y los usuarios podrían abonar sus consumos, con el instrumento de su preferencia, desde el celular.
Cumplimiento normativo
Por último, un desafío importante que tiene la industria en general, pero sobre todo los emisores de billeteras, es el cumplimiento de las normas y regulaciones de prevención del lavado de activos, que establecen una serie de buenas prácticas como el registro, conocimiento y monitoreo del cliente. Esto se conoce como KYC (por sus siglas en inglés Know Your Customer).
“Por ahora los bancos son los únicos sujetos obligados del ecosistema de pagos con transferencias y toda la responsabilidad recae sobre ellos, pero van a comenzar a exigir a los Proveedores de Servicios de Pago (PSP) que trabajen sobre este concepto e incorporen estas prácticas. Eso requerirá una inversión tanto en tecnología como en talento”.
En este contexto de crecimiento del ecosistema, se vuelven necesarias las tecnologías como trak.e que simplifican los procesos de cumplimiento y agilizan la gestión de KYC.