Todos los días podemos apreciar cómo evolucionan los modelos o esquemas de negocios digitales, que van acrecentando constantemente el ecosistema fintech. Junto con ese crecimiento, somos testigos del aumento de la carga regulatoria, que atrae progresivamente nuevos sectores -antes no regulados- o impone mayores desafíos a los ya regulados.
Basta con analizar rápidamente lo que sucede, por ejemplo, con las previsiones en materia de conocimiento del cliente –KYC– y sus implicancias en las diversas entidades reguladas.
Así, por ejemplo, en un contexto en el cual se empieza a hablar cada vez más de finanzas embebidas, donde se pretenden incorporar servicios financieros en distintas comunidades para facilitar el acceso a los mismos, surgen nuevos interrogantes. ¿Una entidad financiera se respaldará solamente en el conocimiento de su cliente? ¿O querrá ir un paso más allá, y conocer a los clientes que operan a través de su cliente?
El primer paso: del KYC al KYC-C
Empieza a resonar entonces la idea del KYC-C (conocimiento del cliente del cliente por sus siglas en inglés) como una posible reversión del KYC original, traduciéndose en una verdadera problemática que comienzan a vislumbrar las entidades reguladas.
Parece ser que el conocimiento del cliente (al menos con el alcance que lo conocemos hasta el día de hoy), podría ser insuficiente en el corto plazo. De ser así, una vez más las entidades reguladas tendrán que poner en marcha un plan de acción -de emergencia en caso de que no lo hayan previsto adecuadamente- para sobrellevar la mayor carga en las tareas de cumplimiento regulatorio. Quizás esto sea sólo un detalle, si consideramos que es posible que en un futuro próximo se empiece a mencionar al KYCN (conocimiento de las redes o conexiones del cliente por sus siglas en inglés) como otra ramificación del KYC.
Del KYC al KYD
Inclusive, ante el mayor volumen de información a procesar en base a la creciente carga regulatoria, se llega a avizorar un verdadero cambio de paradigma: un paso del KYC al KYD *(conocimiento de los datos por sus siglas en inglés), con eje en la información, en los datos generados por las entidades reguladas y procesados por los reguladores.
En todo este entorno altamente desafiante, la tecnología se convierte en un partner estratégico.
El Regtech como solución
Las herramientas RegTech se posicionan como verdaderas soluciones que permiten cumplir adecuadamente con los nuevos estándares, garantizando:
- seguridad y confidencialidad de los datos involucrados,
- escalabilidad del negocio,
- flexibilidad ante los cambios regulatorios,
- eficiencia en los procedimientos,
- analítica de datos avanzada,
- menor burocracia interna,
- menores costos.
Los desafíos en materia de cumplimiento regulatorio existen, y seguramente continuarán multiplicándose en los próximos meses.
El diferencial para las entidades reguladas será poder implementar las soluciones tecnológicas adecuadas en el momento indicado para poder hacer frente a los mismos, sin resignar el modelo de negocio.
* Janos BARBERIS, Douglas W. ARNER, Ross P. BUCKLEY, The Regtech Book, Wiley, United Kingdom,